Paz y longevidad

Proverbios 3: 1 “Hijo mío, no te olvides de mí Ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos”

Por lo general cuando pensamos en las palabras “ley o mandamiento,” lo primero que viene a nuestra mente son reglamentos y normas que hay que obedecer. Sin embargo, no creo que ni el mejor de los abogados afirme que “nunca se olvida del código penal” ni que “guarda la ley del trabajo en su corazón.” De modo que a lo que este verso se refiere es a atesorar esa instrucción, a valorar esa enseñanza, a apreciar esa disciplina para vivir de acuerdo a ciertos buenos principios… Hace muchos años estudié guitarra con mucha pasión. Un querido y virtuoso amigo me enseñó algunas de las piezas que más anhelaba interpretar, y yo atesoraba cada reunión con él, cada nuevo acorde junto a cada nueva técnica, arpegio y escala. Algo similar te puede pasar cuando estudias un nuevo idioma, una forma de arte o ciencia, en los deportes, y sí, también con la Palabra de Dios. A eso se refiere acá el sabio rey Salomón. A disfrutar cada nueva revelación que te da el Espíritu Santo a través de la meditación en Su Palabra, la Biblia.

Sin embargo, caminar con Dios no es solo placentero sino que también siempre trae bienestar, bendiciones y alegrías. ¿Sabías que tus años, a diferencia de lo que muchos afirman, no están contados de una manera definitiva? Del mismo modo que los vicios, la falta de ejercicios y el mal alimentarte pueden acortar tu vida, la continua relación con el Espíritu Santo de Dios, centrada en sus leyes y principios, la pueden extender. Dios cuenta tus días pero puede darte más, si lo desea, como lo hizo con el rey Ezequías quien estando a punto de ser llamado a Su Presencia, recibió quince años más después de una cortísima pero sincera oración (2 Reyes 20). El Padre es el único dueño de tu vida, sea que creas en Él o no, del mismo modo que el sol es quién genera la energía que mantiene la temperatura de la tierra, lo creas o no. Dios da Su sabiduría para vivir a quienes la aprecian; Sus secretos a quien los busca celosamente; Su revelación a quien tiene sus oídos atentos y busca Su Presencia de día y noche. Medita en Su Palabra, busca Sus leyes, Sus mandamientos. No solo tus días serán mejores, vivirás más porque tus años se aumentarán, al igual que tu paz:

 “porque muchos días y años de vida y de paz te aumentarán.” Proverbios 3:2

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