Zarandeados pero con fe
“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;…” Lucas 22:31
Un apóstol del calibre de Pedro tenía que ser preparado y por lo tanto, examinado. Un árbol no se hace flexible y resistente si no confronta vientos y tormentas. En ninguna parte de la Biblia se le ofrece a nadie una vida libre de dificultades. No puedes llamarte vencedor sin haber vencido algunas batallas. No puedes ser aprobado sin ser primero probado. Lo que Dios promete en Su Palabra es victoria, no ausencia de conflictos. Lo que te ofrece verdaderamente son retos, pero retos que confiados en Él podemos afrontar, en paz: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33).
Tenemos que cambiar nuestra mentalidad de evasor a la de vencedor. Debemos dejar de pedirle que nos libre de los gigantes y clamarle para que nos dé las habilidades, armas y coraje para vencerlos. Debemos perseverar para que nos forje aún en medio del fuego. No podemos ser hijos de Dios y vivir en cobardía. Pablo lo dijo: “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6) y también “… y si retrocediere, no agradará a mi alma.” (Hebreos 10:38). Dios no es un Dios de pasivos sino de activos. No me refiero a que nunca sintamos miedo ante los obstáculos sino que, con miedo y todo, avancemos. Él no te trajo hasta donde estás para volver atrás. Con Él tu siempre avanzarás y “la gloria postrera será mejor que la primera.” Entiende algo: con Dios, el futuro siempre es mejor que el presente, sin importar cuan bueno éste sea. Él no sabe retroceder, ni te envía solo a los retos. Él te acompaña, siempre, a cada momento. ¿Sabías que Jesús está ahora mismo intercediendo por ti? (Romanos 8:34). Por eso después de advertirle a Pedro que sería probado y aún “zarandeado” por el enemigo (se refería a que Pedro negaría al Señor en su hora más difícil) le aclara, con absoluta certeza “…pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” (Lucas 22:32). En otras palabras: “Sé que la prueba luce imposible Pedro, pero persevera y haré grandes cosas contigo.” Lo demás es historia…
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” 1 Juan 5:4