¿En qué piensas?

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8

No hay poder humano mayor al de una mente enfocada ni mayor desperdicio que pensamientos ociosos, vagando como mariposa de flor en flor. Dios nos dotó de la capacidad de escoger lo que pensamos. Pablo afirma que podemos «llevar cautivos nuestros pensamientos a la obediencia a Cristo,” es decir, pensar de acuerdo con las Escrituras. Desafortunadamente bajo el bombardeo de información que sufrimos hoy en día, hemos descuidado esta habilidad hasta el punto en que algunos no creen poder controlar lo que piensan, mientras otros opinan que no vale la pena. Pero urge. Todo lo que haces y hablas comienza con un pensamiento. Según Salomón “tal como piensa el hombre en su corazón, así es él.” (Proverbios 23:7). Tú eres lo que piensas. Todo lo que hablas, fue antes un pensamiento. Por eso Jesús dijo que: “de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45b).

Hay dos prácticas muy comunes en nuestros tiempos que dificultan disciplinar la mente: Una, el querer “sacar” ciertos pensamientos de la cabeza. Algo no nos gusta y tratamos de expulsarlo, sin darnos cuenta de que lo estamos afianzando al dedicarle nuestra atención. La mente funciona por sustitución, no por exclusión. No trates de erradicar un pensamiento desfavorable sino invita a uno favorable, a través de meditar en él. Por eso Pablo nos da la lista de lo que nos conviene pensar. De esta forma nuestra mente se renueva como el retoño verde que sustituye las viejas ramas secas. La segunda práctica es el mito de la multitarea, ser más eficientes haciendo muchas cosas a la vez. Pero si te enfocas en una cosa, tienes el 100% de tu mente en ello; si te enfocas en dos, solo el 50% en cada una. Lo que le sumes a un pensamiento, se lo quitas a otro, y cada vez que mueves tu atención de un punto a otro, tu cerebro hace un esfuerzo adicional para reenfocar. El modo multitarea es muy útil para actividades automatizadas como la madre que carga al bebé mientras cocina y habla por teléfono, pero ¿qué gran novela se ha escrito así? ¿Qué gran invento o ecuación se ha descubierto de esa forma? Cultiva tu mente. Dedica tiempo a diario a enfocarte en una sola actividad, ya sea un paseo, aprender un idioma, colorear o hablar con Dios y leer Su Palabra. Tu mente es poderosa y tu Creador te ha dado dominio sobre ella, no al revés. Tú puedes renovarla:

“y renovaos en el espíritu de vuestra mente,” Efesios 4:23

1 comentario
  1. Ana Isabel dijo:

    Amén!!! 🙌

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