Un día lo vas a entender

“Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.” Juan 13:6-7

Pedro el apóstol se resistía a que el Mesías le lavase los pies. Yo lo entiendo. En una oportunidad estando en un centro comercial, mi esposa me amarró las trenzas de uno de mis zapatos porque yo tenía las manos ocupadas cargando unas bolsas pesadas, y me sentí un poco incómodo, cómo sí se estuviera humillándola. No era así pero así me sentía yo delante de la gente. No debe ser fácil aceptar que alguien muy superior a ti, lleno de gloria y honor, digno y santo, te sirva, lavando tus pies. Sin embargo, así son el amor y la humildad de Jesús y tenemos que aprender a recibirlos. Jesús le dijo a Pedro: “si no te lavare, no tendrás parte conmigo.” (Verso 8). En otras palabras, esta relación es en dos vías, como si Jesús le dijera: “Tú debes honrarme, pero yo tengo grandes cosas para darte. Si realmente quieres que tengamos una relación, debes recibir lo que te doy, ya sea una prueba o una bendición.” De modo que la pregunta es ¿qué cosas quiere Dios darte que tú, por tus creencias, no aceptas, y que te alejan de Él y de Su bien? Quizás Él quiere promoverte, y tú dices “no estoy lista.” A lo mejor quiere conectarte con tu futura esposa, pero estás convencido de que ya no hay tiempo, y casi sin percatarte, le cierras la puerta en la cara a la bendición, y a Aquel que te la da…

Otras veces Sus regalos vienen disfrazados de pruebas. Por ejemplo, en la forma de presión económica para que pongas tus finanzas en orden, y entonces Él te pueda prosperar. O de crisis matrimonial, no para destruir a tu familia sino para que regreses al compromiso que hiciste en el altar. La pérdida repentina de un trabajo miserable, al que te aferrabas por miedo a la escasez, puede ser el primer paso para asignarte la posición, el desarrollo y el sueldo que Dios te quiere dar. No temas. Dios siempre te quiere bendecir, Él siempre te quiere dar. Vino a servir, no para ser servido. Las pruebas solo son mecanismos para llevarnos a niveles superiores, para expandir nuestro potencial. Recíbelas del mismo modo que recibes las bendiciones que ellas traen. ¿No entiendes por qué esto ocurre? “Lo entenderás después.” ¿No comprendes lo que está pasando? “Lo entenderás después.” ¿No es justo? «Lo entenderás después.» Lo importante es que sigas conectado a la Vid, no solo a la bendición. Déjalo lavar tus pies….

“Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.” Juan 13:8

1 comentario
  1. Ana Isabel dijo:

    🙌

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