En todo tiempo
“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.” Salmos 34:1
Muchas personas se consideran bendecidas por Dios cuando todo va bien. Otros se acercan a Él mientras sienten que su conducta ha sido “aceptable”, de modo que Dios no los repudie. Conozco de primera mano historias de personas que se han acercado a Dios o reconciliado con Él solo después de que una crisis personal los afectó, ya sea en el área de la salud, las relaciones o las finanzas. También he visto que algunos agradecen a Dios por los días soleados, pero no por los lluviosos, aunque necesitamos de ambos. La verdad es que, en las buenas y en las malas; cuando todo va bien o todo sale mal; ya sea que estemos en comunión con el Señor o alejados de Su Presencia; en todo tiempo, Él sigue siendo Dios. Su señorío no fluctúa según nuestras circunstancias. Dios no cambia. Es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos (Hebreos 13:8). David conocía esta simple pero poderosa realidad: que Dios es tan humilde y amoroso que se nos manifiesta de una manera íntima y personal, pero no por eso deja de ser Dios. Su cercanía contigo no disminuye su grandeza ni su gloria. De hecho, la incrementa. Tú puedes tener amistad con el presidente de tu país, pero no por eso, deja él de ser el líder de tu nación. El hecho de que Dios, en su infinita humildad, te de acceso al trono de su gracia (Hebreos 4:16), ¡no significa que tú debes subestimarla!
David bendecía y alababa a Dios “de continuo.” Cuando venció a Goliat y cuando huía de Saúl, cuando trajo el Arca del Pacto y cuando convivía, en la cueva de Adulam, con hombres afligidos, endeudados y amargados de espíritu. Él entendía que Dios es siempre fiel y digno de adoración, de alabanza y de agradecimiento, y eso traía como respuesta que Dios lo sacara victorioso, aún de sus peores pruebas y metidas de patas. ¿Estás alegre y agradecido? Alaba a Dios. ¿Estas afligido, enfermo, endeudado o amargado en tu espíritu? Alaba a Dios. ¿Estás confundido porque todo parece moverse en la dirección contraria de tus sueños? Alaba a Dios. Él ha dicho que a los que le amamos, todas las cosas nos ayudan a bien (Romanos 8:28). Que el miedo no te detenga. Que la decepción no te detenga. Avanza porque ya está cerca tu victoria, tu restauración, tu sanidad. Cree, cree y cree, a toda costa, y después de eso, cree aún más. Jesús no solo es verdadero, Él es la Verdad. Bendícelo y confía, bendícelo y confía, bendícelo porque Él hará.
“Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.” Salmos 37:5