Un Corazón Limpio

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmos 51:10

Uno de los peores errores del rey David fue abusar de Betsabé, la mujer de su comandante Urías, quien estaba en la guerra defendiéndolo a él y a todo Israel. Luego, para protegerse y protegerla (ya que quedó embarazada), mandó a matarlo en la batalla pretendiendo que fue un acto del enemigo, al ordenar que lo dejaran solo en un lugar peligroso en medio de un ataque. Esto trajo vergüenza sobre Israel y causó la muerte de otros soldados que intentaron defender al valiente militar. Pero Dios que lo ve todo, envió al profeta Natán a confrontarlo directamente, anunciándole que el niño moriría, que la espada nunca se apartaría de su casa, y que vendría mal y maldición sobre su descendencia. (¡Necesitamos más profetas como Natán hoy día!). Y aunque David reconoció su pecado y se arrepintió profundamente, no pudo evitar las severas consecuencias de sus acciones.

Este rey, ahora profundamente arrepentido, le pide al Padre que le de un nuevo corazón, uno verdaderamente limpio. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Haces algo por lujuria, por codicia o por jactancia, y poco después desearías de todo corazón, no haberlo hecho, no haberlo dicho, haberte controlado? Quizás sea cuando te despiertas en la cama equivocada o con la persona equivocada; o tal vez algo que dijiste lleno de rabia y sin pensar, tan solo para herir; o una transacción ilegal, probaste una droga o bebiste en exceso, y ahora sientes el peso de tu conciencia y la preocupación por las consecuencias para ti y los tuyos. Me encanta que David le pide a Jehová que “renueve un espíritu recto” dentro de él. Lo visualizo como un tronco seco que tiene un renuevo, una rama que retoña. Antes de ver y desear a Betsabé, David estaba durmiendo a pesar de que era “el tiempo en que los reyes iban a la guerra.” David estaba desconectado de su misión. Quizás su pasión por Dios y su conexión con el Espíritu Santo estaban muy bajas. Por eso pide un corazón y un espíritu nuevos. Está decidido a hacer las cosas bien, y Dios tiene misericordia porque su corazón es sincero. Por eso David toma a Betsabé por mujer, y a través de ella nace el gran rey Salomón, el heredero al trono del gran rey David. Tal fue su deseo de cambiar que, a pesar de todo lo que hizo, Dios lo llama “varón conforme a su corazón.” El resto de la oración es un reflejo de su transformación:

“No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.” Salmos 51:11-12

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: