Aborrecido sin causa
“Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.” Juan 15:25
No deja de maravillarme la vigencia de la Biblia. La cita a la que Jesús hace referencia fue escrita aproximadamente 700 años antes (Salmos 38:19, 69:4)pero, ¿acaso no está vigente aún hoy? ¿No seguimos aborreciéndolo en la actualidad? Si hiciese una encuesta en cualquier ciudad del continente americano, un altísimo porcentaje de personas responderían que creen en Jesucristo, sin embargo la mayoría no habla de Él, no Le busca, no Lo honra ni cree sinceramente que sus enseñanzas tengan validez en la actualidad. Para ellos el sacrificio de Jesús en la Cruz es completamente irrelevante y desafortunadamente, solo lo buscarán en el día de la desesperación, después de que todas las otras opciones hayan fracasado… Me impresiona también ver como muchas personas que orgullosamente citan la sabiduría de líderes espirituales de la talla de Gandhi, Buda o al Dalai Lama (lo cual no tiene nada de malo), no hacen lo mismo cuando se trata de nuestro Jesús. Parece que el Señor nunca está de moda…
¿Qué sentirá Jesús cuando, después de pasar el más grande de los tormentos para mostrarnos Su inmenso amor, todavía Le seguimos “aborreciendo sin causa”? Recuerdo a una profesora quien, mientras escapó de Cuba, estuvo alimentándose únicamente con espaguetis durante todo un mes, y puedo entender que por esto los rechaza hoy pero, ¿por qué aborrecer a Jesús? ¿Por qué repudiar a Aquel que no solo nos dio la vida sino que, al escoger nosotros el mal, no dudó en sufrir las peores consecuencias con el fin de reconciliarnos consigo Mismo? Dios se desespera por nosotros y, mientras más nos bendice, menos Le atendemos. Es por eso que en las sociedades más ricas y mejor educadas, Él encuentra más resistencia, porque allí piensan que no lo necesitan. ¡Cuán hermoso es el corazón de Dios y cuán abundante en misericordia! No pierde la paciencia a pesar de que Su misma Palabra advierte que serán cada vez más los que lo aborrecen sin causa:
“Porque mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.” Salmos 38:19