La fe en acción, el ejemplo de Josué

“Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.” Josué 1:6

Josué había sido escogido por Dios como sucesor de Moisés para guiar al pueblo hacia la promesa y establecerlo donde “la tierra fluye leche y miel.” Sin embargo aunque era Dios quien se las entregaba, Su instrucción implica que no le será fácil: 1) necesitará esforzarse (lo que significa que habrá mucho trabajo) y 2) deberá ser valiente (por lo que podemos asumir que encontrará oposición y riesgos). La tierra estaba allí, frente a ellos. Dios se las había entregado legalmente mediante juramento a sus padres; sin embargo Él requería que ellos la conquistaran, que ejercieran su derecho de propiedad, expulsando a los gigantes y poderosos enemigos que moraban allí. Esas tribus eran idólatras y Dios, como dueño de toda la tierra (Salmos 24:1) se la entregó a los hijos de Israel. Les estaba diciendo algo como: “Yo juré que le daría esta tierra a vuestros padres y acá la tienen, es legal y legítimamente suya porque Yo, el Señor, se las di, así que vayan, peleen por ella y conquístenla.”

Cuando Dios te da una promesa (por ejemplo prosperidad, sanidad, descendencia o restauración), el objeto de la promesa es inmediatamente tuyo porque Él ya te concedió ese derecho, pero que Dios te otorgue algo no significa que: 1) Él lo va a ejecutar por ti, ni que 2) el diablo te lo va a devolver con una sonrisa. Habrá oposición. Y mientras mayor la promesa, mayor la oposición. Una de los significados de la palabra Diablo es “usurpador.” Satanás usurpa tus derechos y tú debes, en el nombre de Jesús, reclamarlos, no sentarte a esperar que Dios lo haga. Cuando un delincuente viola la ley, el policía no llama al presidente para que actúe sino que él mismo ejerce poder según la autoridad que se le ha concedido. De ser necesario, el agente usará todas sus armas legales pero es imperativo que el derecho (promesa) sea garantizado ejerciendo todo el peso de la ley (Palabra). Usa tus armas legales (alabanza, oración, intercesión, ayuno, confesión, etc.) Ejerce tus derechos. Si fue Dios quien te lo concedió (lo que implica que tienes sustento bíblico), entonces la oposición debe ser expulsada.

“Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros.” Josué 2:24

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