Se libre de la gente

“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.” Lucas 6:32

Es fácil amar a los que nos aman, saludar  a los que nos saludan y tratar bien a los que nos respetan, pero ¿qué pasa en nuestro corazón cuando sin razón, alguien nos desprecia, subestima y juzga? ¿Cómo reaccionamos cuando somos maltratados o simplemente ignorados? Todos deseamos ser valorados y no es fácil lidiar con personas que incitan rumores y calumnias sobre nosotros sin siquiera saber de qué están hablando, y nos atacan sin razón o para lograr sus propios objetivos. Pero acá Jesús nos enseña que la manera cómo Él quiere que hagamos una diferencia en el mundo es siguiendo Su ejemplo. Por eso nos advirtió anticipadamente, refiriéndose a Si mismo: “… si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?” (Lucas 23:31) Si crucificaron a Él quien es el verde, ¿qué podemos esperar tú y yo?

¿Qué ocurre en nuestra alma cuando alguien nos rechaza o desprecia? ¿Por qué no podemos simplemente ignorar el agravio y sacarlo de nuestra mente? ¿Dónde se engancha ese sentimiento que no nos deja enfocarnos en cosas más importantes? Pues ese sentimiento se aferra a nuestro ego, un lugar pequeño en nuestra alma pero capaz de contener mucha jactancia y vanagloria y, como vivimos centrados en nosotros mismos, ese ego nos hace alimentarlo generosamente, meditando en lo que pasó, en lo injusta que fue la situación, la forma desconsiderada como nos trataron, lo que va a pasar, etc. Pero no debemos alimentarlo sino matarlo de hambre. Si, debemos aprender a morir. Vivir más para el Espíritu que mora en nosotros y menos para la carne que tanto ama el orgullo, la autocompasión y la atención. Se requieren dos para que exista disensión, ¿quieres cambiar al mundo?, comienza contigo: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). El pecado no se combate con pecado ni el odio con violencia; recuerda que eres la luz del mundo y debes iluminar; no dejes que las tinieblas de la amargura y la envidia apaguen la luz que Él puso en ti:

“Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;” 1 Pedro 2:15

1 comentario
  1. Rafael Valladares dijo:

    Que Jehova te guarde y te bendiga!! un fuerte abrazo,   Rafael

    Me gusta

A %d blogueros les gusta esto: