¿De quién es la gloria?

“En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán.” Salmos 34:2

Cuando pienso en que no solo puedo amar a los míos sino que además puedo deleitarme en ese amor porque puedo ver a mis hijos jugar (gracias a que tengo ojos), puedo abrazar a mi esposa y besarla (porque tengo brazos y boca), y puedo además proveer para ellos gracias a la salud, trabajo y vida que Dios pone en nosotros. Cuando le hablo a alguien y siento que Dios habla a través de mi, y observo que la vida de esa persona es transformada por el poder y el amor del Espíritu Santo. Cuando veo como cada dificultad pasada ha sido de preparación para una bendición presente. Cuando recuerdo como Dios nos ha ido llevando a diferentes lugares y en todos hemos hallado gracia y favor, amigos como los que me leen ahora. Cuando veo el arcoíris en las nubes siempre cambiantes o un pez en un estanque, no puedo hacer otra cosa que darle gracias y gracias y más gracias a Jesús porque ha sido tan generoso, tan desapegado, tan dulce, tan protector. Padre y amigo, mentor y hermano, quien me consuela pero también me desafía, quien me protege pero me empuja a avanzar, el Cordero y el León. Por eso David agradecido decía “no hay bien para mí fuera de Ti” (Salmos 16:2b).

Es bueno buscar a Dios cuando nos va mal pero ¿a quién buscas cuando todo va bien? Hoy me uno al Salmista y te invito a que en cada circunstancia, buena o mala, éxito o fracaso, en paz o en pruebas, en la cima y en el hoyo, en tu zona de confort o en la de crecimiento, te gloríes solo en Dios. Por ejemplo, si tu trabajo se trata solo de ti, busca la manera de trasladarle la gloria a Dios. ¿Hay abundancia de bien en tu casa? Gloríate en tu proveedor. ¿Tienes una familia sana? Gloria a Dios, muchos no. Él es la raíz de todo bien. Si, eres muy capaz pero ¿quién te dio esa inteligencia? Tienes muchos dones pero ¿de donde vinieron? Él los puso dentro de ti desde en el vientre de tu madre (Salmos 139:13). Observa como la Palabra es cierta: Cuando alguien reconoce que todo lo bueno viene de Dios y lo glorifica, los rebeldes y autosuficientes se molestan, porque les duelen sus egos, pero los mansos, libres de la altivez y de arrogancia, ellos “se alegrarán.” Esa es la diferencia entre el creyente y el que no: obediencia y no rebeldía, humildad en vez de arrogancia, Él primero en vez de yo primero. Por eso Juan el bautista dijo:

“Es necesario que él [Jesús] crezca, pero que yo mengüe.” Juan 3:30

2 comentarios
  1. Rafael Valladares dijo:

    Querido Eduardo: Definitivamente Si, Si Si siempre La Gloria El Honor y Todo el Poder para nuestro amado Abba Padre !  Que El Señor te bendiga y te guarde, extensivo a tu linda familia !   con un fuerte abrazo!   Rafael

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