Jesús anunciado

“Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” Isaías 53:9

Las personas que consideran al cristianismo una religión (a pesar de que Jesús nunca fundó algo parecido), y que comparan las enseñanzas de la Biblia con libros que sus seguidores consideran sagrados, olvidan que las Escrituras tienen un elemento único y completamente sobrenatural: la Profecía. Es emocionante ver como a lo largo de los cuatro Evangelios, todas las Escrituras que anunciaban al Mesías, a Jesucristo de Nazaret, se cumplieron con exactitud matemática a pesar de que algunas de ellas fueron escritas miles de años antes. Esta cita de Isaías fue escrita aproximadamente setecientos años AC y anunciaba que Jesús moriría entre dos criminales (Lucas 22:32-33), pero que sería enterrado entre ricos (Marcos 15:43). El Salmo 22 narra unos mil años antes de que ocurra como, al ser crucificado Jesús “horadaron sus manos y pies” (Verso 16) y como “repartieron entre sí sus vestidos, Y sobre su ropa echaron suertes” (verso 18), lo cual también se cumplió: “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.” (Marcos 15:24).Las fechas de estos escritos han sido corroboradas por la ciencia, no por la tradición.

Para todo aquel que quiere ver (Mateo 11:15), es claro que Dios se aseguró de que no hubiera dudas acerca de donde vendría Jesús: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel;” (Miqueas 5:2); Como nacería: “He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14); y además quién sería luego ese bebé: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6). Isaías también anticipó que Jesús fue enviado “…a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.” La conexión Antiguo y Nuevo Testamento es perfecta y sobrenatural. No te dejes confundir ni seas crédulo. Escudriña, medita, evalúa bien. Y solo entonces cree:

“Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.” Juan 20:29

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