No está muerto, solo duerme

Si has perdido seres queridos (no importa si fue hace cincuenta años o ayer), y si crees en Jesucristo, te tengo una buena noticia. Antes de que Jesús viniera a la tierra, la gente en la Biblia moría; después de Él ya no, ahora los creyentes solo dormimos, no moriremos. Él fue el primero en vencer la muerte. Por eso cuando se dirigía a Betania a resucitar a Lázaro le dijo a Sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle,” (Juan 11:11) y cuando murió la hija de Jairo y sus servidores le dijeron que no molestara a Jesús porque la niña ya había fallecido, Él les respondió: “la niña no está muerta, sino duerme” (Mateo 9:24). De más está decir que tanto Lázaro como esta nena de doce años, fueron levantados. Es más, ¿sabes por qué cuando Jesús resucitó a Lázaro lo llamó por su nombre (Lázaro, sal afuera)? Porque de otro modo todo los que estaban enterrados allí se hubieran levantado también…

Pablo lo expresa aún más claro: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.” (1 Tesalonicenses 4:13-14).

Si estás separado de un ser amado, llora tu dolor, no reprimas tu duelo. Aún si su partida ocurrió hace años y nunca pudiste ponerte a cuentas con ese ser querido, puedes hacerlo ahora, en lo profundo de tu alma, sin embargo, no olvides que esta dura separación es temporal: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.” (1 Tesalonicenses 4:16).

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