Creyendo por un poco más cada día

“Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.” Juan 1:50

Felipe trajo a su amigo Natanael para que conociera a Jesús pero antes de que dijera algo, el Maestro le mencionó que un rato antes lo había conocido cuando Natanael estaba debajo de una higuera (fuera del alcance de la vista natural de Jesús). Esto impresionó tanto a Natanael que allí mismo afirmó que Jesús era “el Hijo de Dios, el rey de Israel.” Al Maestro le encantó su fe pero le anticipó algo como: “¿Solo por lo que te dije crees? Prepárate porque “cosas mayores que estas verás.”” Ni Felipe ni Natanael imaginaban entonces que formarían parte de los doce apóstoles que fundarían la Iglesia del Señor…

Hoy quiero invitarte a ser un poco más como Natanael. No a ser crédulo como el necio ni supersticioso como el insensato sino a que estés alerta a ciertos acontecimientos. Ya alguien advirtió sobre los “pequeños milagros que llamamos coincidencias.” ¿Cuántas veces has sido librado de una circunstancia difícil de una manera muy poco probable, te alegraste un poco diciendo “tiene que haber sido Dios” pero luego lo olvidaste en medio de tus diarios afanes? ¿Sabías que la Biblia afirma que algunos han hospedado a ángeles sin siquiera darse cuenta? (Hebreos 13:2). Creemos todo lo que dicen los medios a pesar de que todos tienen sus intereses y repetimos enérgicamente chismes sobre gente que no conocemos, asustándonos o calmándonos por lo que afirman dudosos “expertos.” Seguimos por los Medios Sociales a gente que no tenemos idea de quienes son y no falta quien pierda el sueño por las “predicciones” de brujos y hechiceros. Es más, todos sabemos que el mal existe (cinco minutos de noticias internacionales, a cualquier hora del día, lo evidencian) pero cuando nos hablan de la Gracia y del Amor de Jesucristo que se hizo hombre para librarnos de la deuda imposible de pagar que nos esclavizaba, sacamos toda una artillería de argumentos en contra y que disparamos con tanta convicción que es obvio que Satanás, el padre de mentira, es el que nos está inspirando. ¿Por qué no abrir un poco los ojos del alma? Creamos un poco más cada día, y pronto, como Jesús anunció a Natanael:

“…De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.” Juan 1:51

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