Deshaciendo lo que el diablo te ha hecho…
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” 1 Juan 3:8
¿Sabías que el diablo obra en ti? Recuerdo a alguien que me decía que el adulterio ayudaba a mantener renovado el matrimonio, y también a un psicólogo que afirmaba que hacer el amor y masturbarse eran lo mismo. Algunos opinan que aceptar sobornos es parte de cómo se hacen los negocios mientras que para otros, consultar al tarot o una hechicera y llenar la casa con talismanes, son un símbolo de espiritualidad. Hay quienes, cuando ven a alguien mayor pero bendecido afirman que debe tener un pacto con el diablo. ¿Desde cuándo el diablo da vida y hace el bien? ¡Qué confusión! Ya lo advirtió el profeta Isaías: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz;…!” (Isaías 5:20a). Como consecuencia vemos tantos matrimonios destruidos, tratando de vivir por encima de sus ingresos, con hombres que siendo llamados a ser “escudos de su hogar,” prefieren el canal porno que a la esposa que duerme al lado, sufriendo de eyaculación precoz e impotencia de tanto masturbarse a prisa; y mujeres que han renunciado al placer marital y fingen para no causar más problemas. Si, el diablo ha hecho estragos en la humanidad y quiere hacer más…
Pero vemos acá que una cosa es pecar y otra practicar el pecado. Cualquiera puede fallar pero el arrepentimiento genuino (no el remordimiento) produce un cambio de conducta. Si quieres pasar de la codicia a la sana libertad de la abundancia de Dios, de las ataduras sexuales al gozo de amar y disfrutar con tu cónyuge; si quieres pasar de la espiritualidad del ocultismo a conocer a Aquel que es la Luz, hay buenas noticias para ti. Si invitas sinceramente a Cristo a tu vida, Él deshará una a una, paso a paso, cada obra que el diablo ha hecho en ti. Para eso vino y te dice hoy: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; [pero] yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10:10). Jesús tiene abundante restauración para ti y los tuyos pero es necesario que lo dejes hacer Su obra en ti, deshaciendo la del diablo. Es tiempo de enderezar tu rumbo y recibir Su Gracia. Y no dejes que el diablo te acuse porque:
“… cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia…” Romanos 5:20