Acepta Su oferta…

“Examinadlo todo; retened lo bueno.” 1 Tesalonicense 5:21

Fue en Quito donde mi familia y yo disfrutamos de nuestra primera asignación internacional. Luego de dos años pagando electricidad, agua y gas de mi bolsillo, me enteré que la compañía cubría esos gastos. Ese fue uno de los precios que pagamos por no haberme yo tomado el tiempo suficiente para revisar mi oferta de trabajo, la cual contenía un detalle de todos y cada uno de los beneficios a los que era acreedor como asociado. No recuerdo si fue que alguien me dijo que esos gastos no eran reembolsados o simplemente asumí que no era así, pero a la final no obtuve lo que me correspondía… La Biblia contiene todos tus beneficios como hijo de Dios, además del plan de Dios para esta vida y la venidera. Es el contrato que Dios escribió con todas las cláusulas de Su relación contigo. Ella te explica cómo comportarte (“si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy») y el beneficio que recibirás por hacerlo: “también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra” (Deuteronomio 28:1) o la consecuencia de desobedecerlo: “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán” (Deuteronomio 28:15). Nada es más peligroso que no leerla, aceptando lo que otros digan o asumiendo que Dios no lo “cubrirá.” Si no conoces tus promesas, ¿cómo puedes pedirle a Dios por ellas?

Lee la Biblia a diario. Pídele a Dios luz antes de estudiarla. Fue una mentira del enemigo la que te hizo creer que la Biblia es muy complicada o solamente para eruditos. Ella es sencilla para aquel que la examina con un corazón sencillo, deseoso de aprender. Jesús anhela darte una vida mucho mejor de la que tú asumes y probablemente has aceptado. Él tiene tesoros pero tienes que escarbar en Sus páginas para que puedas sacarlas. Es tiempo de cambiar. Es tiempo de bendición. No te sigas perdiendo Sus beneficios. ¡Lee y estudia Su oferta!

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8

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