Una franja para recordar

“Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones;…, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.” Números 15:38-39

Una franja es una: “Guarnición tejida de hilo de oro, plata, seda, lino o lana, que sirve para adornar y guarnecer los vestidos u otras cosas.” (Diccionario RAE). El Señor está instruyendo al pueblo para que use un simple artefacto nemotécnico que esté visible día a día y les recuerde algo importante: Sus mandamientos. ¿Para qué? Para ponerlos por obra. Pero ¿acaso no eran ellos el pueblo de Dios e iban cada semana a la sinagoga además de celebrar todas las fiestas judías? Pero solamente poniendo Sus mandamientos por obra evitarían “mirar en pos de sus corazones y en pos de sus ojos,” ya que vivir en pos de éstos, los prostituiría.

A lo largo de toda la Biblia vemos que la palabra prostituirse está asociada con la idolatría como traición a la fidelidad y el amor de Dios. Él sabe que Él es mejor para nosotros que nuestros otros dioses: dinero, fama, poder, aspecto físico, título, status, religión y cualquier otra cosa incluyendo objetos de idolatría, la hechicería y la adivinación. Por eso queriendo protegerte y tenerte a Su lado, te invita a ignorar lo que sientes y ves, y a que te enfoques en Su Palabra que está firmemente basada en lo eterno. El mundo te aconseja a diario seguir los impulsos del corazón y procurar todo aquello que tus ojos anhelan; que no vale la pena comparar tus deseos con una norma mayor ni evaluar tus decisiones a la luz de la sabiduría. Por eso vivimos en un planeta tan sufriente y enfermo. Pero seguir al corazón es seguir a las emociones, y en algunas personas, estas cambian varias veces cada hora. Por eso vemos tanta falta de compromiso: parejas que viven juntas para “probar,” familias destruidas porque uno de los cónyuges “sintió algo” por alguien más, personas que inician un nuevo proyecto, relación o dieta cada lunes. Necesitamos guía Divina, no seguir los impulsos de nuestra montaña rusa emocional. Por eso el profeta advirtió hace unos dos mil setecientos años:

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Jeremías 17:9

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