Primero el alma…
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” 3 Juan 1:2
En esta cita Dios manifiesta el deseo más profundo de su corazón: bendecirnos en todos los niveles de nuestra existencia. Pero como bien lo explica Carlos Annacondia, existen 3 tipos de leyes expresadas en esta cita: “Amado [tú], yo [Dios] deseo que tú seas prosperado en todas las cosas [leyes humanas], y que tengas salud [leyes naturales], así como prospera tu alma [leyes espirituales].” Ahora bien, nótese que la expresión “así como prospera tu alma” implica una correlación: “en la medida en que prospera tu alma,” o quizás “según avance tu alma.” La secuencia es clara: Dios quiere bendecirnos en lo material (prosperarnos) y en lo natural (que tengamos salud) pero eso dependerá de nuestra alma. ¡No es al revés! Cuando una persona sacrifica su integridad y valores con el fin de conseguir un beneficio económico, decimos que vendió su alma, antepuso las leyes humanas a las espirituales, pero eso no trae bendición. La salud se deteriora y la prosperidad es temporal, aparente, porque no es real…
Dios creó todo en orden, y este orden implica prevalencia de unas cosas sobre otras. La Biblia es clara: lo espiritual precede a lo natural (1 Corintios 2:15). Pablo dice que las cosas visibles fueron creadas de las invisibles (Hebreos 11:3). Cuando alguien desea que un árbol dé más frutos, riega y fertiliza la raíz, no a las frutas, pero en el mundo, atraídos por lo que nuestros ojos ven olvidamos esta simple regla y nos enfocamos en el resultado, no en la causa. ¿Por qué no le compras un auto a tu hija de nueve años o un revólver a tu hijo adolescente? Porque no tiene la madurez y quieres darle un regalo (bendición) que les haga bien (los bendiga), no que los dañe. Algo similar pasa con Dios. En esta cita te dice, “no te preocupes tanto por los bienes humanos ni naturales, ellos dependen de una causa mayor: tu alma.” En otras palabras, cuando tú alma esté lista para recibirlo, te será dado. Si sientes que te falta salud o no puedes cubrir una necesidad importante, pídele a Dios que te desnude tu alma, que te muestre que ley espiritual estás violando, en donde estás estancado. Como siempre la solución está en Jesús…
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
Dios te bendiga Eduardo! a ti y tu familia! gracias por tus mensajes que nos ayudan a encontrar la salida, la única salida que es Dios! Gracias
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