La restauración de Pedro
“Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.” Juan 21:3
Luego de 3 maravillosos años caminando con Jesus, repentinamente los sueños se habían esfumado. El Mesías no era lo que ellos habían esperado. Pedro y seis de sus compañeros regresaban a las redes, a su vida “normal.” Después de todo, él, Pedro, había negado 3 veces al Maestro unos pocos días antes. Todo había sido tan solo una hermosa ilusión. Pero Jesús se presenta de nuevo sin que lo reconozcan, y los invita a echar la red. Obedecieron y sacaron 153 peces grandes. Pedro, al reconocerlo, de tanta emoción se arrojó al agua y nadó hasta la orilla para abrazarlo. Jesús había repetido (creo que especialmente para Pedro), el milagro de unos 3 años antes con el que lo animó a hacerse “pescador de hombres.” Parecía decirle: “Pedro, me negaste con juramento y maldición, pero es tiempo de restauración, de un nuevo comienzo; recojamos y juntemos los pedazos de tus sueños rotos.” Jesús es el Dios de las segundas, terceras y enésimas oportunidades.
Quizás en este momento parezca que algo con lo que has soñado, se ha esfumado, que era una simple ilusión. A lo mejor sientes que tu autobús pasó y no lograste abordarlo por lo que se perdió esa gran oportunidad. O quizás hayas actuado vil o cobardemente y, como Pedro, piensas que has decepcionado a Dios y que lo que hiciste no tiene perdón. Pero Él es el Dios de las oportunidades. A lo mejor necesites, como Pedro, llorar amargamente, pedir perdón y aceptar Su guía. Eso hizo él y Jesús lo reinstaló preguntándole 3 veces si lo amaba, una por cada negación. En ese mismo momento Pedro comenzó a ver su vida restituida, su propósito de vuelta. Regresó el coraje, la paz, el amor y la esperanza. ¡Y el poder! Pedro predica una vez y se convierten tres mil; comienzan las sanidades y eran tantas que le traían a los enfermos para que cuando Pedro pasara, su sombra los cubriera. Y luego Pedro resucita muertos. Dios quiere restaurarte, levantarte, liberarte. Él tiene un plan para ti también. La crisis fue dura pero también necesaria para que Pedro cumpliera el propósito de Dios.
“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” Lucas 22:31-32