Él te conoce

“Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.” 1 Corintios 8:3

¿Acaso no nos conoce Dios a todos? ¿Significa este verso qué si alguno no ama a Dios, Dios no lo conoce? Por supuesto que no. Lo que pasa es que la palabra traducida acá como “conocido” (ginósko) implica la connotación de absoluto, algo que podríamos parafrasear como: “si alguno ama a Dios, es absolutamente conocido, comprendido, entendido por Él.” Dios sabe todo acerca de todos, pero se involucra en amistad y relación íntima solo con los que Lo aman. Por eso Jesús dice: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas…” (Juan 10:14) Él sabe cuáles son Suyas. Y si esto fuera poco, continúa diciendo: “así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre”, es decir que tu relación con Jesús, si lo amas, puede ser tan cercana como la del Padre con Jesús. De hecho, Jesús mismo dice algo que pulveriza todos mis paradigmas: “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado.” (Juan 15:9). ¿Del mismo modo que el Padre ama a Jesús, me ama Jesús a mí? ¡Exactamente! El texto no deja lugar a dudas. Dios te ama de una manera incontenible y tiene Sus brazos abiertos hacia ti y hacia cualquiera que venga a Él. Al que viene a Jesús, Él “no lo echa fuera” (Juan 6:37). Yo no sé por qué situación estás pasando, no sé que te quita el sueño ni que te roba la paz. Lo que sí sé es que, si amas a Dios, entonces Él conoce tu caso, está atento a ti, está absolutamente impregnado de todos los detalles y en control total de tu situación.

Pablo, enseñando a Timoteo, nos reitera: “…Conoce el Señor a los que son suyos…” (2 Timoteo 2:19). Si tú has recibido a Cristo en tu corazón y con toda sinceridad lo has hecho tu Señor; si te has arrepentido de tus muchos errores y has recibido salvación de parte de Jesús, el Único Camino, y la Verdad, y la Vida (Juan 14:6), entonces eres de los Suyos. No de una religión, no de una doctrina, no de una secta. Eres parte de Su Reino Celestial, acepto, y Jesucristo te da la potestad o el derecho de ser llamado hijo de Dios (Juan 1:11-12). Cada día vas a buscarlo y cada día Él se revela un poco más y, al conocerlo más, vas a amarlo más. Dios te conoce íntimamente. Él te observa con gozo; ve muchas cosas buenas en ti y se deleita en las virtudes que Él puso en tu corazón, según Su propósito en ti. Recuerda que Él te diseñó. Tu eres Su mejor creación. Jesús conoce tu nombre. No eres huérfano. Jesús te ama tanto que se entregó para darte vida. Él te conoce:

“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.” Nahum 1:7