Sustento verdadero
“Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.” Salmos 3:5
Cuando pienso en sustento generalmente vienen a mi mente tres cosas: alimentos, techo y vestido. Un diccionario lo define como: “Alimento y mantenimiento de lo necesario para vivir,” de modo que podemos decir que quien tiene satisfechas sus necesidades básicas, tiene sustento. Gracias a Dios por eso. Sin embargo, según la Biblia, el sustento de Dios parece abarcar bastante más. El rey David nos muestra en este verso una interpretación inusual y bastante más amplia de lo que comúnmente entendemos por ser sustentados, incluyendo el dormir. Resulta que Dios nos sustenta también mientras dormimos porque respiramos, descansamos, renovamos neuronas y fuerzas… El Salmo 127:2 en LBLA lo dice de una manera impactante: “… Él [Dios] da a su amado aun mientras duerme.” Vemos entonces que el concepto de sustento en la Biblia es mucho más amplio que la simple satisfacción de necesidades básicas, y se extiende a dos nuevos niveles: el primero que incluye beneficios como dormir, respirar, el latir del corazón, la protección de accidentes y de la salud, y un nivel de sustento todavía superior que incluye aquello que nos permite vivir bien como fe, esperanza, amor y paz que sustentan a los matrimonios y familias, nos llenan de sueños, nos apartan del mal…
¿Alguna vez has meditado en que todo lo que eres y tienes viene de Dios? Santiago lo dice así: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17) mientras Juan el Bautista nos anuncia: “No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.” (Juan 3:27b). ¿Qué sustenta los átomos que forman tus huesos, cerebro y venas, la silla en que te sientas y las nubes cargadas de lluvia? Él. Pablo afirma que Jesucristo es “quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder…” (Hebreos 1:3). El universo, la luz, la energía y el tiempo fueron creados por Su Palabra. No solo existimos gracias a Dios, subsistimos en Él y a través de Él. Sin Él no seríamos. “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:3). Dios no solo te alimenta y te abriga, te mantiene vivo. Te da los pulmones y el aire que respiras; el corazón y sus anhelos; la vista y la belleza para ver. Él te sustenta en todo y te promete seguirlo haciendo:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10
Amén!!! 🙌
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Hermoso y esperanzador ❤️
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