¿Por qué tanta maldición?

“Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas. 2 Samuel 21:1

Cuando Josué, el sucesor de Moisés, entraba con el pueblo de Israel a la tierra prometida, vencía a todos los enemigos debido al respaldo que Jehová les daba. Los habitantes de Gabaón, sin embargo, pretendieron ser de una tribu lejana que no estaba entre sus enemigos y Josué les creyó, por lo cual juró perdonarles la vida. Al enterarse del engaño, decidió respetar su juramento para evitarse una maldición, pero decidió que estos serían los aguadores y leñadores de Israel. Los gabaonitas aceptaron de buena gana considerando que la alternativa era morir. Sin embargo, muchos años después, Saul trató de matarlos ignorando el juramento que conocía. David sucede a Saul como rey y cuando finalmente había vencido a sus enemigos, viene una hambruna por tres años. David consulta a Dios respecto a la causa y la respuesta es que se debe a que Saúl violó el juramento de Josué a los gabaonitas. Había una deuda espiritual y debía ser saldada.

Me pregunto: Si hubo sequía por tres años debido a unos pocos asesinatos, ¿cuánto de lo que vivimos en nuestros países y que parece no tener solución tiene también una causa espiritual? Cuando veo las noticias de agresiones a ciudadanos por “activistas” así como seis huracanes merodeando en el Atlántico mientras otras ciudades arden en fuego y otras sufren terremotos; cuando leo sobre los laboratorios de noticias falsas creados para sembrar odio, separación y disensión, o escucho la impiedad de las tiranías de regímenes totalitarios, no puedo dejar de pensar en la causa detrás de todo este caos. ¿Cuánto de lo que vemos viene de la misma desobediencia, al no respetar lo que Dios demanda? ¿Cuál será la causa de tanta penuria y sufrimiento? ¿Será la inmoralidad sexual, la idolatría desbordada, la práctica generalizada del sacrificio de niños o tanta corrupción, codicia y deseo de poder? Según la Biblia, o nos arrepentimos delante de Dios quien tendrá misericordia de nosotros, o cada una de estas deudas tendrá que pagarse. Ruego que escojamos la primera opción. Cuando David preguntó a los gabaonitas que deseaban, estos solo pidieron venganza: “dénsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehová en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré.” (2 Samuel 21:6). Entendamos bien que:

“…la maldición nunca vendrá sin causa.” Proverbios 26:2

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