Tus prioridades en este nuevo año

“Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:49

El preadolescente Jesús se les había extraviado a sus padres en medio de la multitud que regresaba de celebrar la Pascua en Jerusalén. Algo parecido ocurre hoy en la iglesia donde en medio de tanta gente, actividades y tradiciones, el Jesús a quien veneramos se nos pierde. Pero Él estaba donde debía estar. Se había quedado en el templo, enseñando, aprendiendo y discutiendo doctrina con los fariseos y expertos en la Ley de Moisés. ¿Por qué? Porque desde joven entendía sus prioridades. Por eso unos veintiún años después le diría a Pilato: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo.” (Juan 18:37). Y tú ¿conoces tus prioridades? Este es un buen momento para determinar cómo, en qué y para qué vas a usar las 24 horas de vida que Dios te regala cada día en este nuevo año.

¿Qué decisiones vas a tomar? Es una pregunta importante porque si no tomas ninguna, nada va a mejorar. Superarte es un acto intencional, no accidental. ¿De qué te vas a hacer cargo? ¿Qué nueva meta o metas te propones alcanzar? ¿De qué te vas a deshacer? ¿Vas a seguir un año más con esa relación destructiva y codependiente? ¿Vas a seguir endeudándote y gastando más de lo que puedes, acumulando aquello que no te satisface? ¿Vas realmente a tomar responsabilidad por tu peso y salud? ¿Cuándo te vas a hartar de vivir igual y vas a tomar un paso de fe caminando firmemente hacia tu destino, tomado de la mano de Dios? Lamentablemente muchos quizás tengas que seguir en el mismo sendero hasta que el dolor sea mayor que la comodidad de no hacer nada. Espero que ese no seas tú. Espero que tú si estés listo para ir por lo que Dios compró para ti en la Cruz, para seguir esa pasión, ese don, ese talento, ese sueño para el que fuiste creado. Ahora bien, te advierto que habrá oposición y deberás pelear. Te anticipo que no será fácil y deberás esforzarte, sostenidamente, sin renunciar. Que provenga de Dios no significa que será fácil. Pero con lo que si puedes contar es que Dios te acompañará y te dará fuerzas por todo el camino. ¿La clave? Darle a Él el primer lugar, la prioridad, la soberanía sobre tu vida. Dale las primicias de cada día. Sea Él siempre tu primera opción y no necesitarás una segunda. Dale a Jesús el lugar preponderante en tu corazón, y Él hará lo demás. Persevera. ¡Este es tu año!

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33