La Llave de la Puerta Estrecha – P3
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” 3 Juan 2:2
Continuando con la importancia de escoger la puerta estrecha, la puerta que nos lleva a la vida en el largo plazo, vemos acá nuevamente el deseo de Dios para nosotros: “que seamos prosperados en todas las cosas y que tengamos salud.” Nuestro Padre no quiere que tengamos éxito en algunas áreas a costa de otras. Que tengamos éxito laboral, pero perdamos a nuestras familias. Que mi empresa prospere, pero a costa de nunca ver a mis hijos. No. Su bendición es completa, y añade su deseo de que: “que tengas salud” porque sin ella no podemos disfrutar de nada. Ahora bien, la clave del verso está en “así como prospera tu alma.” Es decir, de la manera que prospera tu alma, en la medida, en la proporción en la que tu alma (pensamientos, sentimientos y voluntad) evoluciona. Dios no tiene problemas en darte abundantemente. Él tiene riquezas inimaginables y su generosidad es imbatible, pero no te va a dar algo que no puedas manejar. Dios quiere que seas prosperado en todo, pero si tú recibes algo grande y tu alma no está lista para ello, no será de bendición. A diario vemos como personas que surgen como estrellas de la farándula, como políticos influyentes o que se enriquecen en muy corto plazo (sin que hayan prosperado sus almas), pocos años después se encuentran en adicciones, divorcios o presos, desperdiciando sus vidas. Recordemos que Jesús nos dice que hay una puerta amplia, que guía al camino de la perdición, y que son muchos los que la hallan. No seas tú de uno de ellos.
Con frecuencia la puerta amplia nos tienta a abandonar una situación difícil, a dejar a ese cónyuge que nos irrita o esos hijos demandantes; a escapar de una dificultad legal o a huir de una conversación necesaria. A veces anhelamos mentir, evadir, desaparecer, manipular, en fin, aplicar la solución fácil. El parche. Pero con frecuencia, la solución a corto plazo que parece quitarnos el estrés momentáneo trae un costo mucho mayor a largo plazo. Yo no sé en medio de que dificultad estás ahora mismo. No sé si ves una salida o ninguna. No sé si esta situación es el resultado de errores acumulados, pero si es así, acepta la responsabilidad, y serénate, no cometas otro más. No sigas tratando de huir. Elige el camino correcto. Elige bien, elige el bien, la vida, la bendición, para ti y para los tuyos. En nuestra miopía de la situación, creemos conocer la mejor salida, pero es nuestra desesperación la que quiere decidir, no nuestra sabiduría. Cambia la perspectiva.
“La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.” Proverbios 10:22
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