¿Crecíste este Año?

“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” Filipenses 1:6

¡Hoy se termina el año! Y como cada año, estuvo lleno de bendiciones y de retos, de risas y de lágrimas, de buenos momentos y de situaciones apremiantes. Además, sentimos que se fue tan rápido, pero nada de eso es nuevo. ¿En qué difiere lo que estamos diciendo este año con lo que dijimos al final de los anteriores? Creo que no en mucho, sin embargo, cada año es importante. Cada uno representa una nueva etapa, un nuevo ciclo que termina y otro que empieza. Por eso hoy quiero invitarte a que, antes de empezar a escribir tus objetivos del próximo año, tomes un tiempo para evaluar qué ocurrió, cómo lo manejaste, y qué aprendiste en este. Quizás nació un nuevo miembro de tu familia o, por el contrario, algunos partieron. A lo mejor terminaste una carrera, lograste la tan deseada promoción, iniciaste tu negocio, conseguiste al amor de tu vida o compraste tu primera casa. Todo eso es maravilloso y forma parte de nuestras vidas, de nuestra historia y realidad.

Pero hay un objetivo mucho más trascendente y que tiene que ver con todo lo anterior. Una meta esencial que se entreteje con todo aquello que vivimos cada día. Cierra tus ojos y regresa mentalmente al año anterior. No es importante el día, el lugar o la ropa tenías. La pregunta es ¿qué es diferente hoy en tu corazón? Más específicamente, ¿en qué te pareces un poquitito más a Jesús hoy que hace doce meses? ¿Ha cambiado tu lenguaje? ¿En qué piensas cuando descansas? ¿Qué opinas de ti? ¿Se ha reducido o aún desaparecido aquel resentimiento contra uno de tus padres o tu ex? Cuando miras a las personas en tu trabajo o en eventos sociales, ¿qué ves? ¿Te sigues comparando? ¿Has aprendido a amarte y a recibir el perdón de Jesús (si se lo pediste) o te sigues sintiendo culpable de lo que Él ya olvidó? ¿Sientes compasión por los inconversos? ¿Te preocupan aquellos que pueden irse a una eternidad sin Jesús? ¿Qué ha cambiado este año, de qué te has arrepentido? ¿Sigues cometiendo los mismos pecados? ¿Hay algo que te parecía normal pero ya no? Una pregunta un poco dura, ¿de quienes te has separado o alejado debido a tu fe? ¿Has orado fervientemente por alguien? Dios comenzó una gran obra en ti y con su ayuda puedes alcanzarla. Persevera, bien vale la pena:

“…no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14

Los comentarios están cerrados.